El cannabis medicinal, también conocido como marihuana medicinal, es el cannabis que se utiliza para paliar dolores o tratar una enfermedad. Todas las plantas de marihuana que contengan los suficientes cannabinoides activos serán consideradas de esta manera.
Aparición del cannabis
El consumo no médico de esta planta tuvo su momento de explosión durante la década de los sesenta, en ambientes universitarios y pacifistas.
El cannabis se ha utilizado de manera terapéutica desde los inicios de la historia de la medicina. La primera mención se encuentra en un libro de medicina china de hace unos 3.000 años.
La planta cannabis sativa es originaria de Asia, de la zona oriental. Es una planta con un tallo fuerte y recto que puede llegar a alcanzar hasta los dos metros de largo. Sus hojas dentadas tienen forma de palma.
Hay plantas de género femenino y de género masculino. Las que sirven para tratamientos médicos son las plantas femeninas. Las masculinas ayudan a la reproducción de la planta.
El cannabis necesita un clima húmedo y cálido para desarrollarse correctamente en exteriores.
Una vez que la planta se haya desarrollado, nos quedaremos con el fruto – el cogollo- , que es donde se encuentran todos los principios activos.
Dependiendo de la forma de consumo y acabado podremos fumar en resina o en hierba picada. La marihuana es el resultado de triturar hojas y flores, mientras que el hachís es la resina que se obtiene al licuar y prensar las partes más ricas de la planta.
También existen otros modos de consumo, como el aceite de hachís, que se puede conseguir filtrando la planta, obteniendo así una mayor concentración de principios activos.
Cannabinoides
Entre todas las sustancias activas presentes en el cáñamo, hay que destacar el THC, sin duda el principal componente psicoactivo de la planta. Este es el responsable de iniciar todas las reacciones que se producen en nuestro cuerpo y mente una vez que fumas o inhalas un preparado con cannabis.
Actualmente, para tratar enfermedades o trastornos, se usa solo la parte de la flor, que carece de THC, y se emplea la molécula CBD (cannabidiol) que no presenta sustancias psicotrópicas.
Dependiendo de la cantidad de CBD esta sustancia se podrá utilizar para paliar desde la diabetes o el asma hasta trastornos alimenticios.
Durante toda la historia se ha utilizado el extracto del cáñamo para realizar todo tipo de medicamentos, como jarabe para la tos o analgésicos. Fue a partir de los años 30 cuando el uso del cannabis con fines medicinales fue declarado ilegal.
Recientemente, se ha empezado a utilizar esta planta con fines médicos obteniendo excelentes resultados en el tratamiento y alivio de enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple o trastornos de ansiedad.
En resumen, el cannabis medicinal se convertirá en una herramienta natural muy útil para paliar el dolor de los trastornos médicos crónicos.